Dios mío,
dale energía e inspiración al médico tratante
para que de la historia clínica ponga todo lo importante,
en la solicitud que con la muestra envía
a nuestro laboratorio de patología.
Que no se le olvide poner la edad y el sexo del paciente,
de la lesión el tamaño y dónde se encuentra exactamente.
Por favor, yo te ruego si no es mucho pedir
y perdóname si vuelvo a insistir
que de todo el cuadro clínico no olvide anotar
la palidez, el rubor, la baja de peso y todo malestar,
Y si análisis o rayos X ordenó
que de igual forma agregue
los resultados de lo que pidió
para que nadie los niegue.
Que no deje de señalar
el sitio del tumor, de qué órgano venía,
su textura y lo que suele mostrar
la ecogénica brillantez de la ultrasonografía.
Hacerse una biopsia no es nada divertido
y menos sin razón, rima ni indicación,
pues el pobre patólogo estará perdido
salvo que tenga la justa y oportuna información.
¿Acaso el médico o el cirujano estrella
ve a sus pacientes como si fuese a ciegas?
¿Acaso no entiende que el patólogo también
necesita esos datos para integrarlos bien?
Así que Dios mío, te pido otra vez
que le des al tratante la suficiente energía
para que ponga por escrito y sin altivez
los datos que le importan a Patología.